B2.4
Tamaños de lectura
Definir los tamaños de lectura es un paso fundamental en el proceso de diseño, pues de este depende no solo la legibilidad final de los mensajes, sino también la mayoría de las decisiones de diseño, por lo tanto debe ser uno de los primeros asuntos a resolver. Tener que ajustar el tamaño de texto en un proyecto avanzado afectará su estructura, desencadenando una serie de ajustes consecutivos en otros aspectos del diseño.
Definir un tamaño de letra apropiado depende especialmente de la distancia a la que se leerá el mensaje, pues que cuanto más lejos se vea un objeto o un símbolo, se percibirá más pequeño y difícil de reconocer. Entonces, dada la multiplicidad de posibilidades, creadas por diferentes entornos, necesidades, extensión de textos, formatos o superficies disponibles, ¿cómo podríamos estandarizar un tamaño de letra adecuado?
Para aproximarnos a una posible estandarización, primero debemos analizar un poco más la relación distancia-tamaño, y para ello recurriremos al principio de tamaño aparente o diámetro angular. Este principio, históricamente usado para calcular el tamaño y la distancia de objetos celestes como la Luna y el Sol, también nos resulta muy útil también para calcular tamaños de lectura.
Para entenderlo, primero debemos conocer el campo visual del ojo humano; en el siguiente gráfico se describen diferentes aspectos de la visión a diferentes ángulos.
En este caso nos interesa considerar tres niveles del campo visual:
- El campo visual donde ocurre la lectura (20°).
- El campo visual de agudeza visual, asociado con el reconocimiento de palabras (3°).
- El campo asociado con el reconocimiento de letras (0,5°).
Si consideramos que la lectura se trata especialmente de reconocer palabras, podríamos afirmar que la lectura propiamente dicha se lleva a cabo principalmente en la zona de agudeza visual; es decir que, aunque parezca extraño, nuestra capacidad de leer sucede apenas en esos 3 grados. Sin embargo, el reconocimiento de letras podría darse en un ángulo aún más reducido y se estima en alrededor de 0,5 grados; este diámetro angular también lo comparten el Sol y la Luna, que desde la Tierra se ven del mismo tamaño, y el ojo humano, en condiciones normales, es capaz de reconocer con facilidad. Según esta observación podríamos afirmar que el tamaño óptimo de una letra es de diámetro angular o de tamaño aparente de 0,5 grados (similar al de la Luna y el Sol).
De esta manera podemos establecer un tamaño mínimo que, en principio, no se expresa en medidas lineales a las que estamos acostumbrados, sino en ángulos, que, dicho de otra manera, pueden describir un cono que se proyecta desde nuestros ojos hacia la distancia, y que todo lo que coincida con el diámetro de ese cono será percibido por nosotros del mismo tamaño aparente. Para poder diseñar nuestras señales, debemos traducir ese diámetro angular o tamaño aparente a centímetros o alguna medida lineal o tipográfica que nos permita materializarlas. Para esto, antes que nada se debe decidir a qué distancia esperamos que se lean nuestras señales, siendo muy conscientes del entorno en donde se ubicarán.
La herramienta diseñada por Nick Sherman y Chris Lewis resulta muy útil para definir los tamaños de lectura basándose en los diámetros angulares.* Con base en ella, a continuación se muestra una gráfica explicativa y una tabla de conversiones para ese tamaño aparente de una letra de 0,5 grados de tamaño aparente en nuestro campo visual (el cual podríamos definir como nuestro tamaño mínimo y cómodo de lectura) mostrando su equivalente en centímetros y puntos (unidad de medida tipográfica) a diferentes distancias.
*https://sizecalc.com/
Con esto finalmente podemos establecer una directriz clara sobre los tamaños mínimos de texto según el punto desde el cual esperamos que se lea nuestra señal. Si nos imaginamos a qué distancia se va a leer la señal y en función de eso definir el tamaño mínimo, con este parámetro definido podemos empezar a construir nuestras señales en combinación con otros parámetros, tales como la cantidad de información que queremos mostrar y el área disponible para la señal, además de algunos espacios horizontales y verticales de los que hablaremos más adelante.
Señales táctiles
En el caso de la lectura de señales táctiles para personas con baja o nula visión existen algunos estándares para tamaños en los que estos signos son mejor percibidos al tacto:
Se recomienda poner la información en altorrelieve, no grabada.
La altura del relieve debe ser entre 1 y 1,5 mm; el ancho del trazo debe ser de 1,5 y 2 mm; los bordes deben estar suavemente redondeados.
La altura mínima del carácter debe ser de 15 mm y máxima de 50 mm.
El espacio entre caracteres se debe aumentar alrededor de un 20 o 30% dependiendo de la fuente tipográfica que se elija.
El espacio entre palabras se debe aumentar alrededor de un 25%. dependiendo también de la fuente que se elija.
Leer táctilmente más de un número o palabra puede demandar mucho tiempo y resultar poco efectivo, por lo que esta técnica se debe reservar tanto para indicadores identificativos de habitaciones o espacios como para símbolos específicos. Las características del sistema braille normalizado por la ONCE (Organización Nacional de Ciegos Españoles) son:
Tamaño del cajetín o celdilla: 5 mm ± 7,5 mm.
Distancia entre puntos adyacentes del mismo cajetín (horizontal o vertical): 2,5 mm.
Distancia entre el punto 1 de una celda y el punto 1 de la celda adyacente: 6 mm.
Espacio interlineal: 10 mm.
Diámetro del punto (en la base): 1,3 mm ± 0,1 mm.
Altura del punto: 0,6 mm ± 0,1 mm.