B2.2
Uso del lenguaje
Las señales contienen signos que se pueden considerar como símbolos cuando se les asignan significados convencionales. Los tipos de contenidos de las señales son los que en esta guía llamamos como elementos de diseño: tipografía, pictogramas, flechas, cartografías, elementos hápticos, elementos interactivos, y en algunos casos líneas guía. La combinación de estos elementos se debe considerar según el tipo de señal y su función.
Por ejemplo: en las señales de direccionamiento más sencillas probablemente solo sea necesario usar un pictograma y una flecha, dependiendo del caso también tipografía. Mientras que una señal de orientación compleja puede llegar a contener todos los elementos de diseño según su propósito.
La efectividad del mensaje de una señal siempre se verá afectada por la redacción, su simplicidad y el correcto uso del lenguaje inclusivo. El éxito de un proyecto de señalización depende en gran medida del equilibrio entre redundancia y simplicidad. La simplicidad se refiere a la sencillez de principios, elementos, número de tipologías de señales, número de señales y cantidad de tamaños. El propósito funcional de la simplicidad es aumentar la navegabilidad ofreciendo claridad y evitando la saturación.
Los usuarios o visitantes no deben sentirse apabullados o confundidos por ayudas de wayshowing que resulten muy complejas, muy numerosas, o muy grandes. La redundancia en la información se refiere a la información suministrada más de una vez. Se trata de información "superflua" que es, hasta cierto punto, útil. Un mensaje sin redundancia alguna es vulnerable al ruido, a errores y a malas interpretaciones.
Por otro lado, la definición del contenido de la señal no solo depende de su función o su tipología, sino también del tipo de usuario al que se dirige. Puede ser necesario jerarquizar o categorizar a los usuarios externos, internos, trabajadores, visitantes y pensar en los mensajes que resulten más apropiados para cada uno.